El cuarto se inundo de un inconfundible olor a ella...
Las paredes se hicieron angostas, la luz se fué.
Mientras... mi cuerpo envuelto en una seda delgada
y roja, despegaba hacia el norte, para no volver.
Rach
jueves, 12 de noviembre de 2009
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sé bien lo que es que el cuarto se inunde de su olor y las paredes se hagan angostas por su ausencia... pero nunca despego hacia el norte...lindo texto, extraño y hermoso...
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